"Diablos Rojos" este es otro de los apodos aportados por el periodismo, que en 1926 lo bautizaron a Independiente de esta manera por el ataque endiablado que tenía aquel equipo con Canaveri, Lalín, Ravaschino, Seoane y Orsi. Luego, en 1938 otra línea de ataque quedó marcada para siempre en la historia del club: Maril, De la Mata, Erico, Sastre y Zorrilla.